miércoles, 4 de marzo de 2009

Estrategias para la enseñanza de la Ética

República Bolivariana de Venezuela
Universidad Pedagógica E
xperimental Libertador
Instituto Pedagógico de Barquisimeto “Luís Beltrán Prieto Figueroa”

Departamento de Formación Docente

Barquisimeto Edo. Lara






ENSEÑANZA DE LA ÉTICA A TRAVÉS
DE PROYECTOS DIDÁCTICOS


Integrantes: Herrera, Eraibeht e-mail: eraibeht_h@hotmail.com
Rodríguez, Elimar e-mail: giecrazy@hotmail.com
Yovera, Yesenia e-mail: yeseniayovera@hotmail.com
Zolórzano, Enza e-mail: nickdaly_2006@hotmail.com
Sección:
4IF01
Materia:
Ética y Docencia
Asesorado por:
Prof. Jorge Pérez Valera


La ética es básica para vivir bien y crear un ambiente de armonía y respeto a nuestro alrededor, la libertad para bien o para mal, es algo tan sencillo como “haz lo que quieras”, pero no tanto lo es su aplicación, pues en ocasiones se olvida que ante cada decisión libre existe una responsabilidad de enfrentar las consecuencias, aún no se conozca lo que es la dignidad, porque no ha entendido que todos son en lo esencial semejantes y tienen el derecho de ser tratados por personas como personas.


La ética abre las puertas a la libertad, su objetivo finalmente no es otro que el de vivir la buena vida, pero lo que aún cuesta trabajo entender es que esa buena vida no existe con una conciencia intranquila, producto de una libertad mal usada, la plenitud en todos los aspectos (físico, mental, social e incluso económico) es lo que se debe tener como meta para vivir bien y no hacer de la felicidad dependiente de las posesiones materiales, pues en ese caso se estaría completamente dominados y merced de las ataduras de objetos.

En realidad la ética es un concepto alrededor de los cuales se ha creado una gran nube de dudas y cuestionamientos y que, sin embargo, son sumamente básicos y sencillos de exponer, más no tanto de aplicar correctamente, se debe comprender, intentar aplicarlos para experimentar los beneficios que ofrece una buena vida y aceptarlos y asimilarlos como elemento básico de la existencia.

Cuando se habla si la ética se enseña, o que es un valor que viene del hogar, no se puede dejar a un lado los modelos o ejemplo de ética que debe poseer todo profesional o cualquier persona que ejerza una responsabilidad, por ejemplo, el profesor feliz y respetuoso contagia y enseña su felicidad y respeto, los niños necesitan más de modelos que de críticos.

La educación tiene como uno de sus fines esenciales el pleno desarrollo de la personalidad humana de los alumnos, incluyendo de modo preeminente su formación moral, de modo que el proceso y la acción educativa les permita ir asumiendo de modo crítico, reflexivo y progresivo el ejercicio auténtico de la libertad, de sus derechos y de sus deberes individuales y sociales en un clima de respeto y de tolerancia positiva hacia otras posturas morales, políticas y religiosas diferentes a las de su cultura original, es un hecho que la primera institución que más influye en la conducta de los jóvenes son los referentes sociedad como: ídolos deportivos y musicales, políticos y religiosos, los programas de televisión y la publicidad). La segunda institución es la familia y la tercera la escuela.

Los programas académicos deben cultivar al ser humano con valores sociales, no sólo por su productividad económica, el profesor feliz y respetuoso contagia y enseña su felicidad y respeto, como otro gran tema a tratar.

Las estrategias didácticas utilizadas para la enseñanza como actividad reflexiva no es solo explicar conceptos o brindar nuevos significados, es planificar y promover situaciones en las que el alumno organice sus experiencias, estructure sus ideas, analice sus procesos y exprese sus pensamientos.

Es interesante observar la relación entre las estrategias que los enseñantes han aprendido tiempos atrás y la situación de cambios en las que se encuentra la escuela hoy. Muchas veces, nos damos cuenta que las estrategias utilizadas hace tiempo, no pueden ser las mismas en la actualidad. Cuanto más estable sea la situación, más rutinarias y eficaces serán las estrategias, por el contrario mientras más rápido sea el cambio, más problemas surgirán de la nueva situación.

Desde el punto de vista didáctico la Formación Ética busca dar respuesta a preguntas fundamentales respecto a su enseñanza en la escuela:

a) ¿Qué enseñar?

b) ¿Para qué enseñar?

c) ¿A quién enseñar?

d) ¿Cómo enseñarlos?

a) ¿Qué enseñar?:

La reflexión sobre las prácticas educativas desde la perspectiva en que se enseña, implica preguntarnos cuáles son los saberes de referencia en cada área. Desde la estructuración de los sistemas educativos, los conocimientos científicos, especialmente los de las ciencias naturales y la matemática han sido indiscutiblemente los principales saberes de referencia de la escuela, a los que se agregaban la historia y la lengua. En tanto la institución surgida con la consolidación del proyecto moderno, la escuela se socializa a través del disciplinamiento y educa al niño para el ejercicio de una ciudadanía futura.

Los bloques de los Contenidos Básicos Comunes de nuestra reforma educativa Persona, Valores y Normas sugieren los problemas propios de la disciplina. Son problemas de racionalidad práctica, es decir se vinculan a acciones e interacciones de los individuos en orden a sus necesidades comunes. Lo que hay que enseñar son modos de recrear formas de participación democrática, formas de saber de qué se trata.

Enseñar consiste en posibilitar a los niños experiencias respecto de su posición frente a las normas, los valores, las actitudes que rigen la vida pública; en proporcionarles espacios de reflexión que les permitan desnaturalizar el orden histórico-cultural y posicionarles como constructores valioso del mismo.

Los niños, comparten experiencias en el seno de sus hogares, disponen de 'saberes previos' sobre aspectos prácticos, los cuales serán muy significativos en la formación ética ciudadana en la escuela.

b) Para qué enseñar:

Si tenemos en cuenta la dinámica de la sociedad actual, el para qué, señala una amplia y rigurosa pretensión de 'enseñar a pensar', enseñar para que los alumnos sepan aprender distintos tipos de saberes, prepararles para que incorporen una disposición a aprender a lo largo de toda su vida, pues en la sociedad de este nuevo siglo, el conocimiento es un valor fundamental.

De modo que se ha de educar para enriquecer el conocimiento y la comprensión de sí mismo y de su relación con la sociedad y la naturaleza
esto último constituye un específico para qué respecto al área de Ética.

En un proceso de transformación educativa se debería, antes que nada, repensar el para qué se enseña en las escuelas. Rápidamente se han puesto en marcha líneas de capacitación en las áreas tradicionales, se han puesto al alcance de docentes nuevos conocimientos disciplinares y se ha actualizado el lenguaje técnico. Pero falta aún generar en nuestro país una cultura de debate sobre los problemas de la agenda pública, uno de los cuales es justamente el de redefinir la función de la escuela en este nuevo milenio.

El pensar ¿Para qué la Ética? es también pensar ¿Para qué la Escuela hoy?

c) ¿A quién enseñar?:

Cuando preguntamos a quién enseñar, nos preguntamos por las características del sujeto de aprendizaje, sus procesos de aprendizajes, cuándo aprenden, qué cosas mueven su curiosidad por conocer, y cuándo un aprendizaje es significativo, entre otras cuestiones.

La educación ética busca una adaptación abierta, inacabada, optimizante, crítica y evolutiva del hombre. No se trata de lograr una forma humana predeterminada como meta.

Es importante señalar que al enseñar ética y ciudadanía nos propongamos conocer cuáles son las disposiciones del sujeto que permiten formarle como una persona autónoma, teniendo en cuenta que el ser humano se caracteriza por ser al mismo tiempo del todo individual y del todo atravesado por su relación con los demás.

Pensadores como E.Durkheim se preocupaban por la formación integral del individuo y estableció cuáles son los elementos esenciales de la moralidad -el espíritu de disciplina, la adhesión a los grupos sociales y la autonomía de la voluntad- termina subordinando la autonomía y la voluntad a las necesidades sociales.

El papel de la escuela y del educador ha sido fundamental en la formación moral propuesta por Durkheim en las épocas de apogeo de la modernidad.

La educación puede intervenir sólo a los efectos de clarificar los valores, es decir estimular los procesos de valoración, favorecer el autoconocimiento de los valores preferidos e incitar al compromiso con los valores que se asume. Pero de ningún modo la educación debe adoctrinar ni inculcar ya que se considera que cada individuo es responsable de sus actos, que cada uno construye su propia vida y que la persona adulta no espera de los demás las soluciones a los propios conflictos de valor.

d) ¿Cómo enseñar?:

Desde nuestra perspectiva, la modalidad de enseñanza por proyecto define el cómo enseñar de manera más conveniente que otras estrategias didácticas.

La didáctica viene proponiendo metodologías inspiradas en la idea de 'proyectos integrados', 'pedagogía por proyectos' o 'curriculum por proyectos de trabajo'. Todas estas propuestas tienen en común el hecho de que en la acción de enseñanza se rescatan experiencias e intereses significativos del los estudiantes y de la comunidad escolar con la intención de construir un curriculum también significativo.

Un proyecto didáctico tiene siempre propósitos claros que pretende construir con otros a partir de una situación o contexto específico.

Quienes se proponen estas cosas son los sujetos implicados en la educación formal: directivos, docentes, alumnos, padres y todos aquellos que visualicen la escuela como institución social con la función importantísima de formar al niño como persona y como ciudadano de nuestro país en un contexto mundial donde los mercados globalizados y sus organizaciones transnacionales presionan los debilitados marcos institucionales del estado nacional.

El trabajo didáctico por proyectos se presenta como una alternativa interesante para trabajar estos asuntos en el curriculum, en tanto que en los proyecto los contenidos que se enseñan no son sólo saberes científicos que el alumno ha de incorporar para recurrir eventualmente a ellos en situaciones extraescolares, sino que éstos se trabajan en función de necesidades y demandas que surgen de las prácticas socioculturales concretas.

La didáctica por Proyectos asume características muy interesantes cuando la articulación de los distintos contenidos que se enseñan en la escuela la realizamos en base a contenidos que se propongan formar a los niños como personas competentes para practicar una ética cívica o ciudadana.


No hay comentarios:

Publicar un comentario