miércoles, 4 de marzo de 2009

Enseñanza de la Ética

República Bolivariana de Venezuela
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Barquisimeto “Luís Beltrán Prieto Figueroa”
Departamento de Formación Docente
Barquisimeto Edo. Lara



ENSEÑANZA DE LA ÉTICA A NIÑOS,

JÓVENES Y ADULTOS.



Integrantes: Herrera, Eraibeht e-mail: eraibeht_h@hotmail.com
Rodríguez, Elimar e-mail: giecrazy@hotmail.com
Yovera, Yesenia e-mail: yeseniayovera@hotmail.com
Zolórzano, Enza e-mail: nickdaly_2006@hotmail.com
Sección: 4IF01
Materia: Ética y Docencia
Asesorado por: Prof. Jorge Pérez Valera

La escuela y la familia, en tanto instituciones encargadas de la transmisión de la cultura a las nuevas generaciones, no han quedado al margen de muchos cambios, y se enfrentan a problemáticas y preguntas nuevas a las que necesitan dar respuesta para que los niños y los jóvenes puedan integrarse plenamente en la vida social, frente a esto, es necesario que como sociedad nos detengamos a pensar, a reflexionar sobre los que nos pasa para poder encontrar alternativas a esta problemática. Entendemos que esta búsqueda es mucho más fructífera si es compartida por los distintos actores sociales del mundo adulto.

En este marco, la escuela como ámbito de vigencia de lo público asume la responsabilidad de promover espacios de participación para pensar y discutir junto a los diferentes actores de la comunidad el presente y el fututo de nuestros jóvenes. Estos espacios tienen por objetivo poner en diálogo las diferentes miradas y perspectivas que los adultos tienen con relación a los niños y jóvenes con vistas a fortalecer su rol desde un lugar de cuidado y protección.

Para ello, Educación ética para la etapa infantil y primer ciclo de primaria es muy importante, en ese marco se puede hablar sobre "si la ética puede o debe enseñarse; si debería empezarse en la escuela y cómo hacerlo", en estos momentos se sostiene cada vez con más fuerza y mayor verosimilitud, que el maestro es "prescindible". No se puede aprender sin maestro, los grandes cambios en educación provendrán de poner a disposición de todos esos instrumentos, y no de cambiar la enseñanza (ni en sus instituciones, ni en su curriculum, ni en su personal, ni en sus métodos, ni en otros instrumentos además de los nombrados). Así que se trata de invertir en ciertos objetos que por sí mismos aportarán la educación necesaria para el futuro, y no en los maestros.

El problema educativo hay que pensarlo en su radicalidad ética, de allí que la ética es una disciplina racional "de segundo grado" (filosófica) que no puede confundirse con las morales, es necesario la reflexión crítica sobre la práctica.

Una escuela dependiente y no autónoma; una institución centralizada y autoritaria; un sistema de relaciones no participativo; un maestro irreflexivo y sumiso; instrumentos valorados más que los seres humanos, etc., no generan ámbitos y climas propicios para "enseñar" libertad, participación, democracia.

El maestro "liberador" es el que trabaja para la liberación de su alumno, y, en consecuencia, lo hace responsable de sus propios actos. Porque no se trata de otra cosa, que enseñar moral. Enseñar ética, es enseñar a reflexionar sobre las prácticas y las morales; por ejemplo:

  • Tomar en cuenta que lo humano es valorar y que siempre se valora, considerando que hay distintos modos de valorar, que no se trata de cosas (valores) que se pasan de una generación a otra, ni órdenes (mandatos) que éstas deban cumplir sin pensar.
  • Problematizar la moral recibida, enseñar que se puede asumir o no tales o cuales valores, que se los puede evaluar y discutir racionalmente, que uno puede optar por uno y otro por otros, que en otras culturas se valora de modo diferente, que cada uno puede construir su modo de valorar, etc

  • Poner en cuestión los distintos modos de relacionarse con el bien o los valores, advertir que se puede tener con ellos relaciones exteriores, que se los sigue a regañadientes, por obligación, por temor o respeto; o que se los puede seguir por convicción y compromiso, de modo dogmático o irracional; o que se puede fundar convicciones y compromisos racionalmente, creativamente y en diálogo, etc.

  • Considerar que es bueno y posible establecer modos mejores de relacionarse con los propios valores y los de los otros, modos mejores de relacionarse entre los seres humanos, entre las culturas, entre los pueblos.

Desde chiquitos los niños reciben enseñanza moral, algunas enseñanzas son lo que suele llamarse estímulos negativos (que procuran inhibir). Se les enseña que "eso no se hace, eso no se mira, eso no se toca, eso se pregunta, que es así, obedece, ya te vas a dar cuenta cuando seas grande, esto lo hago por tu bien", etc.

Algunas investigaciones con preescolares muestran que esos estímulos negativos son muy dominantes en las clases más desfavorecidas, mientras que en las clases privilegiadas predominan los estímulos positivos (que alientan). La TV enseña desde antes, por hipnosis, eludiendo censuras y controles del superyo, una organización del mundo en "buenos y malos", modelos violentos de resolución de conflictos, modelos de vida buena meramente consumista y alcanzada sin esfuerzo, etc.

Mattew Lipman, el creador del programa "filosofar con niños" dice, sensatamente que, no cabe imaginar que por arte de magia salgan adultos que sean ciudadanos libres, razonables, participativos, activos, etc., en una sociedad democrática, justa y solidaria, de niños que aprendieron el autoritarismo, la pasividad, la competencia, y la insolidaridad. Si desde chicos se les puede imponer el autoritarismo, el dogmatismo, la violencia, etc. y se les puede inhibir su capacidad de preguntar, de dudar, de investigar, de crear, de amar, etc.; también desde pequeños se puede desarrollar su capacidad de pensar con autonomía, de valorar por sí mismos, de dialogar, de colaborar, etc.

A la pregunta de "cuándo empezar" con una educación ética hay que contestar, entonces, que cuanto antes, mejor: en la escuela, antes de la escuela, preparando también para eso a quienes enseñan a los niños antes de cualquier "educación inicial".

Y debe estar presente siempre, en toda actividad que se pretenda hacer sea o no de ámbito educativo, y durante toda la vida.

Hay muchos y fuertes componentes de educación ética en nuestra tradición educativa, desde hace mucho y desde el inicio de la escuela, aunque no estén claramente explicitados como tales, actualmente es dominante una educación "no-ética" y aun "anti-ética" que simplemente se impone sin discusión... Por tanto: debemos comenzar a caminar en esta orientación, y podemos hacerlo ya.

  • Que se tome la decisión tras un proceso reflexivo, participativo, en debate argumentativo, racional.
  • Que se defina con claridad y decisión esta orientación.
  • Que se la asuma como un compromiso colectivo.
  • Sometido constantemente a la crítica y abierto a mejoras y rectificaciones.
  • Que se prevea con prudencia sus pasos y etapas, incluyendo los necesarios estudios previos, la elaboración de un curriculum adecuado, con sus contenidos, métodos y materiales, con la formación docente adecuada, con implementación gradual evaluada en su proceso y resultados, etc.

En un marco de este tipo tiene sentido aprovechar trabajos realizados aquí y en otras partes del mundo, someter a crítica y análisis las discusiones, materiales, métodos, investigaciones, evaluaciones, etc. desarrollados con motivos de experiencias análogas tales como:

  • "Filosofar con niños", iniciada hace 40 años y actualmente en todo el mundo.

  • Asignaturas que con nombres como ética, educación ética y ciudadanía, y otras, fueron desarrolladas (y también frustradas, deformadas o eliminadas) en diversos momentos y distintos países.

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